Quién fue José Guadalupe Zuno Hernández

   Elvia Rosa Velasco Covarrubias

Existen numerosas reseñas sobre la vida y la obra de José Guadalupe Zuno Hernández (1891-1980), que lo describen como trascendente político, artista y académico destacado.

Guadalupe Zuno vivió un difícil periodo de la historia nacional, marcado por la revolución y por la guerra cristera con sus pasajes sangrientos y sus ideales de cambio. Es importante advertir en el personaje Zuno la capacidad de promover una cohesión regional y cultural mediante la integración del grupo artístico denominado “Los bohemios”, fuertemente influenciados por las ideas comunistas.

José Guadalupe nació en la última década del siglo XIX en la Hacienda de San Agustín, actualmente municipio de La Barca, Jalisco en la región de la Ciénaga, hijo de Vicente Zuno Estrada, quien era el profesor del pueblo, y María Trinidad Hernández Gómez, la hija del administrador de la hacienda; en 1893 se trasladan a Guadalajara, en donde José Guadalupe realizó y concluyó la primaria, para posteriormente ingresar al Liceo de Varones.

Es en su época de liceísta cuando se manifiestan sus dos grandes habilidades, la artística —particularmente en la caricatura— y la política; se unió a la candidatura del general Bernardo Reyes como ilustrador del periódico El Perico; también encabezó una manifestación de estudiantes reyistas en repudio al porfirismo, que trataba de imponer como vicepresidente de la República a Ramón Corral, lo que le costó ser expulsado del Liceo.

En 1908 se trasladó a la Ciudad de México, vinculándose al periódico maderista El Constitucionalista. Dadas sus tendencias plásticas se acercó a los círculos de artistas que ahí germinaban; en la Academia de San Carlos, Zuno hizo amistad con intelectuales y artistas, algunos de ellos también jaliscienses, como José Clemente Orozco, Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Roberto Montenegro, Rufino Tamayo y otros que destacaban por entonces.

Periódico
Periódico El Constitucionalista, 1915.

Zuno y el Centro Bohemio

Al triunfo de Madero en 1912, a la edad de 21 años regresó a Guadalajara y reanudó sus actividades periodísticas, formó un taller de pintores junto con Xavier Guerrero y Carlos Stahl, su amigo recién llegado de Europa. El trío constituyó la médula inicial del Centro Bohemio, uno de los ejes precursores del movimiento de pintura mexicana, al que llegarían posteriormente David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Rafael Buelna, Salvador Escudero, Roberto Reyes Pérez, Alfredo Romo, Carlos Orozco Romero, Mariano y Salvador Azuela, Manuel Martínez Valadez, Amado de la Cueva, Ramón López Velarde, Ixca Farías, Guadalupe Marín, entre otros pintores, músicos y escritores. Algunos jugarían un importante papel en la política jalisciense durante la década de los años veinte.

Derivado de su vínculo con el periodismo, organizó y fundó con integrantes del Centro Bohemio la organización Prensa Unida de Guadalajara, publicación que mantenía una postura regionalista y contestataria a las publicaciones del centro de la República.

Cabe destacar que en 1914 Guadalupe Zuno se incorporó al gobierno del general Manuel M. Diéguez, como inspector estatal de dibujo de la Dirección de Instrucción Pública; también por esa época expuso su obra pictórica.

El 10 de noviembre de 1918 Juan “Ixca” Farías fundó, con el apoyo de Zuno, el Museo de Bellas Artes y Etnología del Estado. El entorno social que en esos momentos envolvía a todo el país, aunado a sus inquietudes juveniles, condujo a los integrantes del Centro Bohemio a involucrarse en el activismo político.

El Centro Bohemio constituyó no solo el más importante centro cultural de la revolución, fue uno de los núcleos precursores del movimiento de pintura mexicana; también fue el semillero del cual surgieron las fuerzas políticas más significativas del Jalisco de ese tiempo.

Se formó el Partido Liberal Jalisciense que, junto con algunos partidos obreros, sostuvieron la candidatura de Obregón. En este movimiento figuraban de manera prominente varios de los más destacados bohemios, Guadalupe Zuno entre ellos.

La serie de acontecimientos marcados por las múltiples fracciones revolucionarias, que posibilitaban o impedían la firma de acuerdos o la llegada de tal o cual personaje a la presidencia, permitió la conformación de una corriente política radical estrechamente vinculada a los movimientos de la entidad, caracterizada por su marcado regionalismo: el zunismo.

Zuno
Zuno en 1915.

Los cargos políticos de Zuno

Para 1920 el joven Guadalupe Zuno, inserto en la corriente obregonista, 1 fue electo diputado al Congreso de la Unión en la XXX Legislatura; presidió la Cámara de Diputados de 1920 a 1922; fue miembro de la Comisión de Educación Pública en 1921, donde como hijo de un maestro, cumplió un alto cometido por su país. Precisamente por la participación que tuvo en la fundación de la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos le reconoció su gran apoyo. Desde ahí comenzaría a gestar una amplia red de relaciones, compromisos y alianzas que vendrían a culminar en la consolidación de una fuerza política regional de tal magnitud que logró resistir los embates del centro a lo largo de casi una década.

A la par que en el Congreso de la Unión los partidos Laboristas, Nacional Agrario y Cooperativista Nacional hacían frente a la mayoría del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que intentaba contener las reformas impulsadas por Obregón; en Jalisco el gobernador Basilio Vadillo intentaba restar fuerza política a los zunistas, para entonces estrechamente vinculados a las organizaciones agraristas y obreras más importantes de la entidad, cerrándoles el acceso a la administración estatal e intentando sacarlos de los centros de poder político en los que habían logrado penetrar, particularmente en el Ayuntamiento de Guadalajara.

En Guadalajara el conflicto culminó, después de varias agresiones, con la destitución primero del presidente municipal (zunista) y posteriormente del gobernador del estado (del PLC), quien fue sustituido por un interino zunista. Así es como quedó esa corriente con el control político de la entidad. José Guadalupe Zuno asumió la presidencia municipal de Guadalajara y al poco tiempo sería propuesto como candidato al gobierno del estado.

En 1921 José Guadalupe Zuno Hernández, como presidente municipal de Guadalajara, emprendió las obras del empedrado de las calles.

En 1922 convocó al Primer Congreso de Ayuntamientos Jaliscienses, celebrado del 16 al 20 de julio y organizó la Federación de Ayuntamientos de Jalisco. Aunque breve su gestión como alcalde, fue productiva.

Dada la riqueza de su vida pública, su don de gente y la eficacia demostrada en las funciones de los diferentes cargos que había desempeñado, fue postulado candidato al gobierno del estado de Jalisco, llevando a cabo una amplia campaña por los diversos municipios de la entidad, en los que era recibido con cariño y reconocimientos; siempre fue apoyado y seguido por la gente del pueblo, lo que sin duda garantizó su triunfo en la contienda electoral.

José Guadalupe Zuno asumió el gobierno de Jalisco el 28 de febrero de 1923. En su gestión se estrechó la alianza del zunismo con los movimientos obrero y campesino. Pese a las dificultades políticas impulsó y ejecutó importantes obras y acciones públicas; a continuación se destacan algunas:

  1. Destinó parte de la recaudación de los impuestos especiales para mejorar e iniciar caminos para comunicar a diversas poblaciones de la entidad con Guadalajara, y a Jalisco con otras ciudades: de Guadalajara a Zacatecas, a Tepic, a Manzanillo, a Aguascalientes, La Barca y Chapala, entre otras.
  2. Promovió el desarrollo urbano de Guadalajara, mediante el entubamiento del río San Juan de Dios, la ampliación de calles, la construcción de una nueva penitenciaría, a efecto de prolongar la avenida Juárez hasta unirla con la avenida Vallarta y el primer zoológico de Guadalajara.
  3. Organizó el Consejo Superior de Salubridad para la prevención de epidemias; se realizaron mejoras a los edificios de beneficencia pública, entre ellos el Hospital de Belén, (actual Hospital Civil de Guadalajara, obra de Fray Antonio Alcalde).
  4. Promovió la obra vasconcelista 2 de manera tal en Jalisco que, solo en 1923, más de treinta bibliotecas fueron fundadas en distintas poblaciones. Destacaron por el número de volúmenes adquiridos las de Sayula, Ciudad Guzmán, Arandas y Chapala.
  5. Llevó a cabo la campaña de alfabetización, mediante una amplia sensibilización respecto de la obligación que tenían los niños de cuarto, quinto y sexto de primaria de enseñar a leer y escribir a los adultos.
  6. Mantuvo la política de prohibición a las instituciones religiosas de recoger “diezmos” o “primicias” de sus fieles.
  7. Promulgó la primera Ley Estatal del Trabajo el 11 de mayo de 1923; en este periodo se registraron 26 sindicatos.
  8. Expidió la Ley de Expropiaciones, en la que se instrumenta la acción agraria acorde a la Constitución General de la República. Posteriormente se instalan las juntas centrales y municipales de Conciliación y Arbitraje.
  9. En abril de 1924 expidió la Ley de Sindicatos y Sociedades Mutualistas, prohibiendo los sindicatos de orientación católica, lo cual significó para Zuno conflictos con las organizaciones religiosas; además, ordenó el cierre de las instituciones de enseñanza apoyadas por el clero, acciones que fueron resistidas y provocaron la indignación de una parte importante de la sociedad.
  10. Impulsó el reparto agrario y apoyó las huelgas de los trabajadores; obtuvo con ello el rechazo de los patrones y hacendados.
  11. Apoyó las manifestaciones artísticas, en especial la pintura, a través de muralistas de la talla de José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, entre muchos otros.
  12. Integró un grupo de expertos y refundó la Universidad de Guadalajara, en 1925.

Zuno y la refundación de la Universidad de Guadalajara

El legado más valioso e importante de Zuno en el ámbito de la cultura del siglo XX jalisciense fue la refundación de la Universidad de Guadalajara. Desde el mes de junio de 1925 convocó a un grupo de distinguidos maestros, profesionistas e intelectuales jaliscienses para que, con sus ideas, perfilaran el sentido y la organización de la nueva Universidad de Guadalajara y de cada una de sus dependencias; las reuniones se efectuaron en el Palacio de Gobierno. Ese honorable grupo quedó integrado por Enrique Díaz de León, Agustín Basave del Castillo Negrete, Aurelio Aceves Peña, Irene Robledo García y Catalina Vizcaíno, Severo Díaz Galindo y José María Arreola Mendoza, Silvano Barba González, Amado de la Cueva, Adrián Puga Gómez y Juan Campos Kunhardt.

Así, el 7 de septiembre de 1925 mediante el decreto 2721 quedó formalmente constituida la Universidad de Guadalajara, instaurando con ello la etapa moderna de la educación pública superior del estado, cuya finalidad se expresa en la Ley Orgánica del mismo año: “La difusión y perfeccionamiento de la educación pública en el estado, para ello fundará, dentro de lo posible, cuantas instituciones tiendan a ese objeto y mejorará las subsistentes”. Su finalidad fue formar hombres útiles a la sociedad, perfil emanado de los principios liberales de la Constitución de 1917, con una orientación hacia la educación popular y nacionalista. Se buscó observar la identidad nacional dentro de las corrientes ideológicas más avanzadas a nivel universal surgiendo una institución activa y participativa en lo político y social, pero con excelencia académica y científica. La inauguración oficial se llevó a cabo el 12 de octubre de 1925, apadrinada por las universidades de Salamanca, París, California y México.

Se puede afirmar que además de político destacado, José Guadalupe Zuno Hernández fue un promotor cultural genuino, pues de forma sistemática durante su vida se dedicó a realizar una promoción del arte, los artistas, la educación y la cultura con todos los recursos que tuvo a su alcance; promovió exposiciones, publicaciones de libros y revistas, estimuló a la comunidad para potenciar su creatividad, creó las condiciones que estructuraron la promoción cultural tanto en el ayuntamiento como en la Universidad de Guadalajara, a través de instancias especializadas como el Museo Regional y el Departamento de Extensión Universitaria. La vocación cultural de la Universidad de Guadalajara en su etapa moderna está indisolublemente vinculada a Zuno.

Bibliografía

Cárdenas, Elisa; Figueroa, Fabiola; Tamayo, Jaime et al. (1992). José Guadalupe Zuno Hernández. Siete facetas de su vida. Guadalajara: Dirección de Publicaciones, Universidad de Guadalajara.

Ruiz Moreno, Carlos Ramiro (2001). Apuntes para la historia de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara: Coordinación Editorial.

Tamayo, Jaime. (1991). José Guadalupe Zuno Hernández, fundador de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara: Dirección de Publicaciones, Universidad de Guadalajara.

Zuno Hernández, José Guadalupe (1958). Reminiscencias de una vida. Guadalajara: Biblioteca de autores jaliscienses modernos.



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