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Textos de la brevedad

Paulina García González


Texto de la brevedad 1

Hoy es lunes 20 de junio y tengo una hora para llorar y picar calabacitas. El cielo sigue nublado por la lluvia de la madrugada y yo sigo teniendo los mismos pensamientos del viernes pasado: ¿Qué día de la semana es el mejor para morir? ¿Qué mes? ¿Qué año? Miro al jardín, todo me parece verde olivo, aunque dice mi marido que es un verde jade; él todo lo ve diferente. La gente dice que somos una bonita pareja desde hace tres años, y yo me pregunto: ¿Bonita para qué? Llega la tarde, sigo viendo los colores insípidos. Ni siquiera hay un rincón de la casa en donde pueda sentarme a llorar, siempre lo hago desde alguna actividad cotidiana. Me siento libre sólo en mis pensamientos. Sorbo los mocos lentamente, al ritmo de la música de elevador que escucho en la radio. Pienso si este bebé merece una madre tan triste, un mundo tan triste. Seco los cubiertos uno a uno con la jerga gris. Dejo un cuchillo fuera del cajón para pensar más tarde si doy resolución a las preguntas del viernes…


Texto de la brevedad 2

Miro al jardín, sigo teniendo los mismos pensamientos del viernes pasado: ¿Qué día de la semana es el mejor para morir? ¿Qué mes? ¿Qué año? Todo me parece verde olivo, aunque dice mi marido que es un verde jade; él todo lo ve diferente. Llega la tarde, sigo viendo los colores insípidos. Ni siquiera hay un rincón de la casa en donde pueda sentarme a llorar, siempre lo hago desde alguna actividad cotidiana. Me siento libre sólo en mis pensamientos. Pienso si este bebé merece una madre tan triste; un mundo tan triste. Seco los cubiertos con la jerga gris. Dejo un cuchillo fuera del cajón y tiño el platillo de rojo.


Otro

No hay humano que no haya conocido su infelicidad en el mundo
sus pasos lentos pero largos,
su barba de 364 días,
su cabello cano,
sus dientes manchados.

No hay alma que no haya conocido su mente retorcida
su sonrisa fingida
su mano cansada
su vista nublada
su habla cortada.

No hay amor que no haya conocido su traición
su inestable camino
su canto divino
su cuerpo crepitoso, casi escandaloso
su llanto anheloso.

No hay humano que no haya conocido su manera de morir en este Mundo y en el Otro.


Jumb38

El acordeón

Luis Rico Chávez


Jumb1

Arte urbano

Fotografía