El Federalismo como política educativa
CONTINUA...
Las ideas liberales de los siglos XVIII y XIX promulgaban un mercado sin regulaciones. En esta época el neoliberalismo defiende lo mismo pero con un agregado: el ataque a lo social que se ha constituido bajo la idea de welfare (estado de bienestar). El nuevo liberalismo se dirige a destruir todas aquellas relaciones no mercantilizadas, no sólo lo concerniente al trabajo, sino a la conquista de otras relaciones que antes no estaban mercantilizadas, como los servicios públicos a cargo del Estado. Este es el caso de los servicios de educación y salud.
Por lo que respecta a los países pobres, privatizar los servicios sociales implica privatizar lo que nunca ha sido público, lo cual implica renunciar a ello, dejándolo al albur del mercado (Fernández Enguita, citado por Tinoco, 2010). En consecuencia, la federalización educativa se sitúa, de acuerdo con autores como Tinoco (2010), Braslavsky y Gvirtz (2000) y Puelles (2000), como una política de corte neoliberal, situada en el ámbito de la nueva agenda de las políticas educativas orientada a atender a tres desafíos: la calidad, la equidad y la eficiencia en el uso de los recursos. (Braslavsky y Gvirtz, 2000, 42).
Aunado a lo anterior, en el contexto internacional la federalización está estrechamente vinculada con los cambios políticos de la gobernabilidad del Estado y sus procedimientos administrativos. Actualmente es común observar que los problemas y los asuntos de carácter público se distancian cada vez más de la centralización; la descentralización cobra fuerza como macrotendencia derivada de la globalización y de la competitividad (Martínez Boom, 2010, 79-80).
Asimismo, como se señaló al principio, visualizar el federalismo educativo como una política educativa, como una acción que toma el gobierno, implica, a diferencia del pasado, que el gobierno incorpore la opinión, la participación de nuevos actores sociales entre los que destacan los organismos ciudadanos y políticos, la corresponsabilidad, los recursos de los contribuyentes que tienden a comportarse cada vez de manera más activa y distanciados de la unanimidad. Por tal razón las políticas se escenifican en ámbitos de interacciones o interpelaciones del gobierno con los ciudadanos o con los voceros de sus organizaciones, pero además en contextos de graves problemas sociales (Ponce, 2011, 34).
Por otra parte, la federalización educativa es un proceso político de carácter regional que se viene gestando en América Latina desde la década de los setenta del siglo pasado. Es una redefinición del Estado para legitimarse en un nuevo contexto político caracterizado por los cambios en la economía mundial (Tinoco, 2010, 46).
La federalización de la educación básica es una política educativa, debido que a partir de la década de los ochenta del siglo XX, el gobierno federal ha tomado diversas medidas, entre las que destacan la revolución educativa y la modernización de la educación básica. Ambas, encaminadas a revertir la centralización de los servicios educativos de educación básica, a través de la federalización educativa como política de estado, para lograr proporcionar un servicio educativo de calidad, equitativo y eficiente respecto del uso de los recursos, que no necesariamente implica la privatización de la educación como servicio público.
Bibliografía
Cruz Pineda, Ofelia (2010). “Las políticas educativas. Una mirada desde la traducción”. En Identidades y políticas educativas. Fuentes, Silvia, y Cruz, Ofelia (coordinadoras). México: UPN.
Martínez Boom, Alberto (2000). “Políticas educativas en Iberoamérica”. En Política y educación en Iberoamérica. Madrid: OEI.
Ponce Grima, Víctor (2011). Nuevos estilos de gestión de políticas públicas. Guadalajara: Secretaría de Educación Jalisco.
Puelles Benítez, Manuel (2000). “Estado, políticas y educación”. En Política y educación en Iberoamérica. Madrid: OEI.