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Ambiente de aprendizaje y el uso de las TIC para el

Desarrollo de aprendizajes a lo largo de la vida

Yésica Cecilia Núñez Berber | Juan Manuel Ortega Partida

Resumen

Las TIC se constituyen en el fenómeno social de mayor trascendencia que ha transformado la vida. Sin embargo, se reconoce que su impacto en la educación dista de sus potencialidades. En la reforma curricular bajo el enfoque por competencias se establece el constructivismo como orientación del proceso de enseñanza-aprendizaje; es de considerar que dicha fundamentación dista de ser disparadora de proyectos autogestivos, prevalecen las formas de enseñanza centradas en la transmisión del conocimiento declarativo y en las evaluaciones del aprendizaje a través de exámenes de opción múltiple o de recuperación casi literal de información puntual.

En el presente ensayo encontrarás ideas, argumentos, puntos de vista, exaltaciones para gestionar desde la dimensión de la práctica docente, del currículum y la investigación del aula, los nuevos fundamentos que den cuenta de la incorporación de las TIC, de la ecología del aprendizaje, del entorno educativo web o de la conectividad, de la alfabetización digital y de la necesaria literacidad, para la constitución de una exigencia innovadora centrada en el desarrollo de competencias que generen en nuestros estudiantes el desarrollo de competencias a lo largo de su vida.


Palabras clave: Alfabetización, tecnologías de la información y la comunicación, aprendizaje, habilidades.

Introducción

La sociedad de la información implica revolucionar los mecanismos de transmisión, uso y expansión de los conocimientos. Los cambios que se han venido experimentado en la sociedad con el amplio desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han implicado transformaciones en la vida misma de las personas, en su forma de comunicarse, de pensar, de interactuar, de aprender, de convivir. Cambios que desde luego están impactando el ámbito educativo, sobre todo adecuaciones en el equipamiento, pero que en lo fundamental, es decir, las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje, no parecieran haber cambiado mucho, por lo que se ha llegado a afirmar que para que la incorporación de las TIC en el ámbito educativo funcione se deben modificar las prácticas docentes y el currículum.

Los grandes avances tecnológicos están generando que los jóvenes aprendan y desarrollen habilidades que la escuela no está atendiendo o no sabe cómo atender; ahora los alumnos adquieren diversos alfabetismos que han modificado la ecología del aprendizaje, lo que hace necesario modificar las prácticas docentes y conocer la forma en que ahora aprenden los jóvenes para poder estar en condiciones de generar en las aulas un ambiente de aprendizaje que propicie la adquisición de conocimientos.

Ecología del aprendizaje

La ecología del aprendizaje se circunscribe más allá del espacio escolar, ya que no solo en la escuela se aprende; los avances en el desarrollo de las TIC han venido a transformar la vida de las personas, así como sus necesidades; se ha modificado la forma en que se comunican, se relacionan y aprenden; se han modificado ámbitos de la vida social, personal, escolar, laboral. Dichos cambios no pueden quedar al margen de las instituciones educativas, es decir, para estas es obligatorio modificar sus actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje de modo que estén en condiciones de atender las necesidades de la sociedad actual, necesidades como el desarrollo de pensamiento crítico, pensamiento creativo, capacidad para la resolución de problemas, capacidad de expresarse, de saber hacer, de saber pensar, de saber convivir en diversos contextos (Martín-Barbero, 2009).

En dichos cambios los medios de comunicación son protagonistas por la gran influencia que ejercen sobre la sociedad provocando la reproducción de un sentido de pensar, vivir, generar contradicciones, resistencias y luchas en favor de construir una mejor sociedad. Dicha influencia se ha logrado como consecuencia de la incorporación de investigaciones neurocientíficas para lograr la persuasión y/o manipulación de los sujetos a través de los medios de comunicación, la publicidad, la política, el cine, los programas televisivos, la música, etc. (Ferrés, 2014). Cambios que obligan a las instituciones educativas a una actualización que les permita estar a la altura de las nuevas condiciones de vida de la sociedad, de atender las necesidades de aprendizajes de sus estudiantes de modo que les brinden las herramientas necesarias para el desarrollo que los nuevos roles demandan, debe provocar que los estudiantes deseen aprender y desarrollar conocimientos.

El papel de las TIC en esta realidad que nos presenta un panorama donde la sociedad necesita “moverse” de la forma tradicional de ser, pensar y vivir se da a partir de las diferentes habilidades cognitivas que sobre todo la población joven ha estado desarrollando a partir de la exposición, uso y manejo de las tecnologías, por lo que el sistema educativo está obligado a “explotarlas” y que dichas habilidades sirvan para crear mejores ciudadanos; que el uso que se le dé a las tecnologías sea para eliminar las barreras, cubrir las necesidades, resolver las carencias, hacer que la humanidad sea más humana, aprovechar las condiciones para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje a partir de los nuevos ecosistemas de conocimiento generados (Postman, 2015).

Escenarios educativos

Para Coll (2013) el desdibujamiento de la educación tradicional y los sistemas educativos como consecuencia de las dificultades para alinear los aprendizajes escolares con los intereses y motivaciones de los estudiantes respecto de lo que ellos pretenden hacer en el futuro, provocan de parte de los alumnos bajo rendimiento, absentismo, fracaso, abandono, etc., respecto de las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje; por otro lado para que ello cambie, las instituciones educativas están obligadas a asumir la responsabilidad de garantizar que sus estudiantes adquieran los conocimientos que les permitan seguir aprendiendo a lo largo de la vida y potenciar trayectorias personales de aprendizaje enriquecedoras para todos los alumnos, no solo para aquellos que ya las poseen por su propio capital social y cultural.

Es necesario que los estudiantes aprendan a reflexionar sobre lo que aprenden, independientemente del contexto en el que se dé el aprendizaje, así como que tomen conciencia del sentido que dichos aprendizajes tengan para él, de tal forma que le ayuden a construir su propia representación como sujeto con capacidades y habilidades para aplicar dicho conocimiento en cualquier contexto y bajo las condiciones que se presenten, además de que tenga la capacidad creativa para resolver situaciones en las que se demande su intervención (Coll, SFE).

Aprendizajes en el siglo XXI

Sobre el cómo aprenden los estudiantes en la sociedad del siglo XXI se retoma lo relacionado con las nuevas teorías que buscan explicar los procesos de aprendizaje a partir de los avances tecnológicos, en este caso, el conectivismo se presenta por Siemens (2004) como una interpretación de algunos procesos que se producen en la sociedad de la información y el conocimiento relacionados con la educación y le atribuye un significado, así como una proyección a los cambios en la práctica educativa y su organización. El conectivismo está orientado por la comprensión de que las decisiones se basan en principios que cambian rápidamente, ya que continuamente se está adquiriendo nueva información y es de suma importancia desarrollar la habilidad para distinguir entre la información importante y la que no lo es, así como desarrollar la capacidad de reconocer el momento en que la nueva información altere el entorno de decisiones tomadas en el pasado.

Por otro lado, en relación a cómo la sociedad también educa, para Siemens (2004) los estudiantes a lo largo de su vida transitarán por una diversidad de campos y muchos de ellos sin relación alguna, la educación ya no comprende la mayor parte de nuestro aprendizaje, ahora el aprendizaje se produce de diversas maneras a través de redes personales, así como en la realización de tareas relacionadas con nuestro trabajo y será un proceso que dure toda la vida.

Las herramientas tecnológicas definen y moldean nuestro pensamiento, la tendencia ahora es el saber cómo hacer las cosas (método) y el saber qué cosas (contenidos), de modo que se complementen con el saber dónde buscar el conocimiento relevante para los objetivos de aprendizaje que se busquen desarrollar, ello a través de una adecuada utilización de la información a la que se tenga acceso una vez que fue seleccionada, comprendida y discriminada. Las ideas centrales del conectivismo son: los aprendizajes son conocimientos (contenidos) que son útiles en distintos contextos y los cuales pueden estar almacenados en diversos dispositivos, así como que el sujeto debe tener una serie de competencias y habilidades para saber utilizar esa información y transformarla en conocimientos (Siemens, 2004).

En cuanto a las competencias y habilidades que demanda el siglo XXI, para Monereo y Pozo (2007) el ser competente es ser capaz de reorganizar lo aprendido de tal forma que esos aprendizajes se puedan transferir a nuevas situaciones y contextos, es decir, además de tener la habilidad para desarrollar actividades y/o tareas concretas ya sea escolares o de otro ámbito, es necesario tener la capacidad para resolver problemas complejos, leer distintas versiones de una misma noticia de diferentes fuentes de modo que el sujeto pueda formarse una opinión, escribir un texto argumentando una postura personal, gestionar el conocimiento y el aprendizaje, es decir, aprender a lo largo de la vida; el sujeto nunca deja de aprender, hoy ya no podemos decir que al egresar de los estudios de nivel superior se ha concluido con la formación y dejaremos de aprender, hoy el conocimiento tiene fecha de caducidad, por lo tanto el aprendizaje es y continúa a lo largo de la vida.

Alfabetizaciones en el siglo XXI

El desarrollo de habilidades a partir de las interacciones con las TIC y los medios de comunicación han dado lugar a señalar la necesidad de alfabetizaciones que definan estas, ya que en la actualidad no es suficiente con saber leer y escribir.

Las instituciones educativas deben desarrollar en los alumnos la capacidad de aprender a aprender, de adaptarse a la sociedad cambiante, a sintetizar la información y aplicarla en diferentes situaciones, es decir, brindar una formación integral; es necesario que la escuela sea inclusiva, donde el alumno sea protagonista de su propio proceso (García, 2013). Entre las necesidades educativas para el siglo XXI surgen nuevos alfabetismos que atiendan las exigencias de formación, entre ellos se encuentra el alfabetismo informacional, lo que implica saber gestionar la información, saber cuándo, dónde y cómo buscar información, además de que es necesario ser capaz de seleccionarla de acuerdo con los objetivos con los que se busca, saber procesarla y elaborar de forma adecuada para posteriormente utilizarla (Monereo y Pozo, 2007).

En tanto que la alfabetización digital o alfabetización en tecnología digital implica que el sujeto aprenda más que utilizar una computadora o algún software, a que conozca el uso y manejo de dispositivos para el procesamiento, creación, gestión, transmisión, presentación y comprensión de la información; que sepa valorar las implicaciones sociales y culturales de las TIC; propiciar el conocimiento de los diversos lenguajes de los documentos multimedia, así como la forma en que se encuentran integrados y que se favorezca la actitud crítica de participación democrática (Gutiérrez, 2007).

Por otro lado para la American Library Association (ALA) (2000), la alfabetización digital tiene que ver con las competencias básicas que debe poseer el estudiante para el uso de las TIC, para la búsqueda de información, así como para su manejo en medios digitales; competencias que se adquieren en procesos de aprendizaje y que no siempre son considerados en los planes de estudio, pero que permitirán que una vez que egresen de las instituciones educativas se puedan incorporar al ámbito laboral, pero para lograrlo es importante también la capacitación de los docentes sobre el manejo de las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje (Salaiza, Vega y Verdugo, 2013).

Mientras que para Severin (2014) la alfabetización digital describe las habilidades básicas relativas al uso de las TIC que todo ciudadano debe manejar para no ser socialmente excluido, además de que proporciona una base desde la cual es posible que desarrolle nuevas habilidades y competencias facilitadas por el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, en tanto que para muchas personas en América Latina es la escuela el principal espacio en donde puede tener acceso a conocimientos, computadoras e internet. El contar con alfabetización digital básica es una necesidad no solo para el logro de mejores procesos de aprendizaje, sino para tener mayores herramientas en el ámbito laboral.

En cuanto a la literacidad digital, para definirla se toma como referencia literacidad que proviene del inglés literacy (reading and writing) entendida como la capacidad para discernir y analizar todo lo que se encuentra en la web, ya sean las grandes cantidades de información, la diversidad de fuentes web y la escasa fiabilidad de muchas de esas fuentes donde se puede tener acceso a la información, así como los sesgos ideológicos de muchas páginas web, además de las redes sociales donde se encuentran expresiones de diversos grupos de poder y opositores del poder. En tanto que la literacidad crítica (lectura y escritura) implica la capacidad para seleccionar y filtrar información, analizar la veracidad de esta, contrastar fuentes, enfoques, interpretar contextos, así como producir textos propios (Vargas, 2015).

En tanto que para Jenkins (2009) las alfabetizaciones mediáticas (otro aspecto que se debe atender de parte de las instituciones educativas) mismas que tienen que ver con habilidades de investigación, de análisis crítico, habilidades sociales, habilidades culturales, así como destrezas técnicas; capacidad de apropiación, rendimiento, juicio, negociación, inteligencia colectiva, multitarea, experimentación, interpretación, interacción, buscar, sintetizar y difundir información. Alfabetización que les permitirá a los jóvenes una preparación para su participación plena en la sociedad, así como desarrollar una comprensión informada y crítica de la naturaleza de los medios de comunicación, las técnicas que utilizan y el impacto de estos; además se pretende que los estudiantes se desarrollen y pasen de ser consumidores mediáticos a ser prosumidores. La información debe ser traducida en conocimiento, debe empoderar al sujeto, debe provocar su participación en la sociedad, debe también producir información.

Por otro lado para Livingstone (2011) la alfabetización mediática y la alfabetización informativa comparten un mismo objeto de estudio, un concepto convergente, es decir, la interpretación y la interacción que tienen las audiencias con los medios de comunicación y las TIC; si bien considera que ambos enfoques requieren aún de ser investigados, la alfabetización mediática se relaciona con la comprensión crítica y creación de materiales mediáticos, en tanto que la alfabetización informativa tienen su centro en la identificación, ubicación, evaluación y uso de materiales informativos. Utilizando una metáfora, la alfabetización mediática sería un lente o ventana a través del cual los medios de comunicación nos permiten observar el mundo y expresarnos, en tanto que la alfabetización informativa ve a la información como una herramienta con la que se puede actuar sobre el mundo (Livingston, 2011).

En la metáfora planteada por Livingston podemos observar la importancia que reviste la alfabetización mediática e informativa debido a la gran influencia que ejercen los medios y las tecnologías en la sociedad; una nos permite percibir la realidad e interactuar con ella y la otra nos permitirá incidir en ella.

Prácticas docentes

Si bien se tienen claro que las TIC han venido a transformar la sociedad y representan exigencias de cambios en diversos ámbitos de la vida de las personas entre ellos el de las instituciones educativas, quienes enfrentan el reto de hacer frente a las necesidades formativas de sus estudiantes, quienes se educan y aprenden con la interacción que tienen con dichas tecnologías al desarrollar diversos alfabetismos; ahora conozcamos qué exigencias se presentan para los docentes respecto de lograr capitalizar dichos alfabetismos de sus estudiantes en aprendizajes dentro del aula y/o de los programas educativos, al verse obligados a cambiar su rol.

En ese sentido se demanda de parte de los docentes una serie de competencias tecnológicas, mismas que tiene que ver con los conocimientos y habilidades para dominar los diferentes recursos tecnológicos, así como competencias pedagógicas que constituyen el conjunto de conocimientos y habilidades que le permitan utilizar esos recursos tecnológicos en su diseño y desarrollo curricular, así como en la planificación y organización educativa de su práctica educativa (Suárez, Almerich, Díaz y Fernández, 2010). El docente debe dejar de ver las tecnologías como una herramienta instrumental e incluso como un ornato más dentro de la escuela.

Para Santiago-Figueroa (2013) la naturaleza cambiante de la tecnología requiere que el docente se mantenga actualizado en los conocimientos sobre el uso y manejo de las TIC, ya que cada día es más versátil; hoy los estudiantes se preocupan por mantener al día la adquisición de nuevas aplicaciones, y con estas exploran determinados contenidos a partir de sus intereses particulares o las indicaciones del maestro, por ello es imperativo que el profesor responda ante esta demanda y fortalezca sus destrezas y conocimientos.

En tanto que para Cabero (2010) no se deben ver las tecnologías como la panacea que vendrá a resolver todos los problemas educativos, sino que son instrumentos curriculares de importancia en la medida en que el docente las relacione con el resto de los componentes del currículum y se conviertan en mediadores del aprendizaje y permitan crear nuevas escenografías de aprendizaje. El docente deja de ser un transmisor de información y debe pasar a ser un diseñador de entornos mediados de aprendizaje. La formación en TIC de los docentes debe abarcar dimensiones tanto instrumentales, curricular, pragmática, psicológica, crítica, organizativa, semiológica/estética, actitudinal, investigadora y comunicativa, utilizando para ello tanto herramientas de comunicación sincrónica como asincrónica.

Los docentes además de conocer el contenido disciplinar de la materia que imparten, su capacitación respecto de las TIC no debe ser solo técnica, es decir, que adquiera formación para su manejo y comprensión, sino que debe comprender que las TIC le permitirían desarrollar y ejecutar acciones diferentes, cambiar las formas y los métodos con el fin de crear entornos interactivos y multimedia acordes a su contexto escolar (Cabero y Marín, 2014). Las TIC deben ser consideradas tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento (TAC) y tecnologías para el empoderamiento y la participación (TEP), es necesario que dentro del aula se utilicen como herramientas para facilitar el aprendizaje, la inclusión, la participación, la difusión del conocimiento, el análisis de la realidad, la cooperación entre los involucrados en el proceso educativo, la creación de objetos de aprendizaje, es decir, lejos de usarlas para la reproducción, usarlas para comunicar, participar, conocer y empoderar (Cabero, 2016).

Es importante que los docentes tomen en cuenta la alfabetización social de los estudiantes, es decir, todas aquellas habilidades y aprendizajes que los alumnos adquieren en espacios de la educación no formal de tal manera que realicen acciones que permitan que en las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje se capitalicen en conocimiento.

Conclusiones

El desarrollo de los diversos alfabetismos en los jóvenes estudiantes, alfabetismos que en muchos casos se desarrollan fuera de las aulas escolares, vienen a representar un reto para las instituciones educativas que por otro lado se enfrentan al poco interés, en muchos casos, de parte de los estudiantes, quienes ven la escuela como algo aburrido, un lugar donde no van a aprender nada que les vaya a servir en su vida, de tal forma que es necesario que el sistema educativo modifique sus prácticas para lograr darle sentido a los programas educativos que oferta a la población y deje de ser vista como un espacio donde es necesario transitar porque otorga el “papelito” que avala mis conocimientos para desempeñar una función.

Por el contrario, debe ser el espacio para el desarrollo de habilidades y conocimientos, el lugar donde se capitalizarán los alfabetismos desarrollados en la interacción social, interacción con los medios de comunicación, interacción con las tecnologías; donde el joven estudiante continúe y enriquezca su formación, que sea un lugar de reunión e interés para el intercambio de ideas, para el aprendizaje mutuo, para compartir experiencias.

Para logar lo anterior, Cabero (2008) plantea que los docentes deben desarrollar competencias que les permitan seleccionar y adaptar a las necesidades de sus alumnos la amplia gama de herramientas tecnológicas de que disponen, así como tomar en cuenta aspectos como:

  1. Seleccionar la herramienta tecnológica tomando en cuenta los objetivos y los contenidos a trabajar de acuerdo con la unidad de aprendizaje.
  2. Contemplar las características de los alumnos, como son edad, nivel sociocultural y educativo, estilos cognitivos e inteligencias múltiples.
  3. Contexto instruccional y físico.
  4. Diferencias cognitivas entre los estudiantes.
  5. No marginar socialmente a los alumnos por imponer tecnologías a las que no todos tienen la posibilidad de acceder.
  6. Seleccionar las herramientas tecnológicas de fácil utilización.

Para que se logre el desarrollo de habilidades y conocimientos de parte de los estudiantes a través del uso y manejo de las tecnologías es necesario el trabajo conjunto con el profesor, así como una adecuada planeación de las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que las tecnologías permiten que se tenga un mayor acceso a una gran cantidad de información, pero el hecho de que esta llegue cuantitativamente no significa que la misma sea de calidad, de modo que es necesario saber qué hacer y saber evaluarla, así como discriminarla a favor de los objetivos del programa educativo.

La teoría desarrollada por Siemens sobre cómo se desarrollan los aprendizajes a partir de las TIC y de cómo los estudiantes a lo largo de su vida transitarán por una diversidad de campos y muchos de ellos sin relación alguna, nos confirma el cómo todos los aprendizajes ya no son necesariamente producto de la educación formal, sino que estos se adquieren también con la interacción social y tecnológica, así como también resalta la importancia de que los aprendizajes sean conocimientos que se puedan utilizar en diversos contextos.

Es necesario crear redes de aprendizaje, es decir, conectar y generar posibilidades que propicien las condiciones para el desarrollo de aprendizajes, en ese sentido Siemens (2004) señala que el aprendizaje así como el conocimiento van a depender de la diversidad de opiniones; el aprendizaje se da como proceso a través de la conexión de fuentes de opinión; se puede encontrar en dispositivos mecánicos; la capacidad de saber más es mayor que aquello se sabe en un momento determinado; las actividades conectivistas tienen como principal intención la actualización; es necesario alimentar y mantener conexiones para facilitar el aprendizaje continuo; también la toma de decisiones es un proceso de aprendizaje ya que es necesario decidir qué aprender y lo que significa la información obtenida en un momento determinado, ya que la realidad es cambiante y el conocimiento tiene fecha de caducidad.

Bibliografía

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